TEL AVIV

BIENVENNIDOS A MI BLOG.



BUENO NO ES MIO, ES DE MI CIUDAD, YO SOLO VIVO EN ELLA, Y LA ESCRIBO LO PEOR QUE SE.



A VECES LA DIBUJO, A VECES LA ESCRIBO



LA MAYORIA DE LAS VECES CAMINO POR ELLA



LOS LLEVARE POR SUS CALLES, CALLEJUELAS, MERCADOS, BARES, GENTES, CAFES, RUIDOS, OLORES, COLORES, LA POLICROMIA DE SUS SHUKS, SUS AROMAS, SU CACOFONIA , SU MESCLA DE LENGUAS, RAZAS IDIOSINCRACIAS, SUS ODIOS Y AMORES, SUS RUMBOS SIN METAS, SUS MANERAS DE QUERER SER GRAN ORBE.



ESO ES EL OBJETIVO DE ESTE BLOG



VEREMOS







sábado, 18 de septiembre de 2010

AGOBIANTE

                 


Verano, humedad, sofocante verano.
Termino de trabajar. Algún puto documental.
No tengo a nadie para degustar una cereza.
Bueno, dejo que mis pasos me lleven.
Así, llego al bar de siempre.
Nadie.
Me voy.
Bajo por King George.
Me meto al otro eterno bar.
IGOR*(Igor es uno de mis mejores amigos, y aquí pinta de puta madre, ya que es ruso y no capta el castellano, pero capta la vida).
Solo Igor.
El agobiante Igor.
No estoy de ánimos.
Igor con su cerveza, da la impresión que no tiene un mango, bebe sorbos, solo, acodado en el tigre del bar. El barman no lo infla.
Pido cerveza. Tuvit me la sirve
Pago. Bebo y nos vamos
Igor conmigo, agobiante como una sabana mojada.
Vamos al Lassalle
Entramos.
Nadie, dos golstard
. Entra Matty. Pintor de unos 60 pirulos, argentino.
Ernesto se llamaba
Pero no le gusta ese nombre.
No es de pintor, es de escritor y a él no le gusta escribir.
Me cuenta que hoy vio una visión del pasado.
Se encontró con su novia Cojaba (ESTRELLA), de hace 25 años.
Manda una ronda,
El, whisky, también Igor, si igual paga Matty,
Yo, firme a mi cerveza.
El problema, me dijo, que ella desapareció una tarde más triste que sábado sin cigarrillos.
Y lo peor es que ella era su modelo.
Desde esa época no dibuja personas.
Cojaba era su único modelo.
Hoy quiso trabajar en un cuadro que no termino, de aquellos días.
Puso un aviso en el beit a omanim,(CENTRO DE ARTISITAS)y llegaron muchas jóvenes modelos.
Al final entro ella.
Cojaba.
Igual,
bella,
hermosa,
integra,
fresca,
joven.
El se cayó de la silla, corrió al atril, no supo que explicarle, le pregunto dónde estaba tantos años.
La chica se asusto y salió corriendo.
Pero dejo su bolso
Pagamos y nos fuimos a su atelier.
Subimos los 2 pisos, saco del frízer una vodka y una cerveza.
Me mostro el bolso. Solo tenía un monedero, una tarjeta, con un número de teléfono, y una foto.
Ella y un muchacho joven.
¿Es esta?, le pregunte
Si, me respondió
Cuanto bebiste ese día?
Todo, como siempre
Igor, agobiante pero no imbécil dice lo que yo iba a decir.
Si la conociste hace 25 años, tenia entonces o un año o no nacía. O ahora tiene cerca de 50-55.

En el fondo del bolso encontré la foto y detrás una dirección.
Viajamos en el coche, eran ya casi las 4 de la mañana, los ojos pesados.
Maneje el coche de Matty.
Llegamos hasta una casita el Kiriat Shalom.
Llamamos, era planta baja. Limpia
Igor pregunta por Cojaba.
El chico de la foto se extraño. Y dijo, mama?
Salió Cojaba, era una reliquia sesentona, que debió ser hermosa, y detrás la chica de la foto, idéntica
Matty no entendía entre su alcohol, su miedo y el mundo que le aparecía de repente. Se miraron, se hablaron, la realidad le explotaba en la cara,
Cojaba se fue cuando supo que estaba embarazada, y nació Shlomit.
Después tuvo miedo de hablar,
después se acostumbro,
después....siempre hay un después,
ella encontró un buen hombre, que le dejo esa casa y al joven Nadav que nos miraba desde lejos.
Matty no salía de su encantamiento,
Cojaba tampoco.
En un momento le pidió que tenía que volver, a terminar el cuadro.
Nadav cerró la puerta de su pieza,
Cojaba y Shlomit subieron con Matty
el agobiante Igor, y yo al coche,
viajamos hasta la casa-estudio de Matty.
En el viaje, mirando por el espejo, veía como se reencontraba el amor.
Dejamos a la nueva familia en la casa, y nos fuimos con el agobiante Igor a algún bar que aun estaba abierto
. En silencio, pedimos 2 cervezas,
después dos más,
y de repente dijo Igor:
Bueno, no sé si existen los molinos de viento,
pero mientras haya tipos como nosotros,
existirán los caballeros andantes.
No entendí bien,
o no quise.
El calor era agobiante,
y por primera vez era más agobiante que Igor.
Pedí dos cervezas y dos tequilas que nos bebimos solos,
en silencio,
sin una palabra.

2 comentarios:

Mariana Thamar dijo...

genial, aunque quedé enguatada y sudorosa con tanto calor y chela...

Thamar Alvarez dijo...

Muy bueno! Transporta a un Tel Aviv caluroso y transpirado que a duras penas una, dos, tres chelas frías consiguen sofocar, en la compañía inigualable de los pintorescos parroquianos cosmopolitas y marginales, los eternos desarrapados de este mundo en suelo de Tel Aviv...